Aves

Las tres anátidas más amenazadas de Europa

El Pantano de Elche presenta una rica variedad de aves acuáticas, entre las que encontramos limícolas como la cigüeñuela común Himantopus himantopus y el andarríos chico Actitis hypoleucos, o zancudas como la garceta común Egretta garzetta, las garzas real e imperial Ardea cinerea y A. purpurea, e incluso la amenazada garcilla cangrejera Ardeola ralloides, especies fácilmente distinguibles en las orillas del embalse.

En la gran masa de agua, numerosas anátidas como el ánade azulón Anas platyrhynchos, el cuchara común Anas clypeata o el porrón europeo Aythya ferina, así como zampullines comunes Tachybaptus ruficollis y somormujos Podiceps cristatus, nadan en busca de alimento. Además, resguardados cerca de la vegetación que cubre los márgenes del Pantano, pueden avistarse avetorillos Ixobrychus minutus, gallinetas Gallinula chloropus, fochas comunes Fulica atra y hasta los esquivos calamones Porphyrio porphyrio.

Garcilla cangrejera Ardeola ralloides en nido. Fotografía: Javier Hernández.
Grupo de calamones Porphyrio alimentándose de carrizo. Foto: Pablo Perales.
La focha común Fulica atra es una de las especies más representativas y abundantes del Pantano. Foto: Pablo Perales.
Garcilla bueyera Bubulcus ibis, la garza más abundante del Pantano. Foto: José Ramón Rodes.
Hembra de porrón europeo con pollos. Foto: José Ramón Rodes.
Hembra con pollo de zampullín cuellinegro Podiceps cristatus. Foto: José Ramón Rodes.
Gallineta Gallinula chloropus en el Pantano de Elche. Foto: Pablo Perales.

La malvasía cabeciblanca

Machos de malvasía cabeciblanca Oxyura leucocephala peleando en época nupcial. Foto: Miguel López.

La malvasía cabeciblanca Oxyura leucocephala es una especie de pato buceador fácilmente reconocible gracias a su larga cola erguida, su prominente cabeza de mejillas blancas interrumpidas en la hembra por una franja negra longitudinal, y su grueso y abultado pico de color azul intenso en el macho y gris en la hembra. Aunque actualmente son habituales en el Pantano de Elche, sus poblaciones a nivel nacional sufrieron un grave declive debido a la expansión de especies exóticas como la malvasía canela con la que compite e híbrida, la perca americana o la carpa, capaces de provocar grandes alteraciones en el medio, además del plumbismo, la caza y la pérdida de hábitats. A pesar de seguir catalogada como “En Peligro de Extinción”, los esfuerzos conservacionistas han conseguido que las poblaciones de esta singular anátida se hayan recuperado ligeramente.

Hembra de malvasía cabeciblanca Oxyura leucocephala con pollos en el Pantano de Elche. Foto: Pablo Perales.

La cerceta pardilla

Macho de cerceta pardilla Marmaronetta angustirrostris. Foto: Julio Jesús Añel.
Focha común Fulica atra y Cerceta pardilla Marmaronetta angustirrostris en el Clot de Galvany. Foto: Julio Jesús Añel..

La cerceta pardilla Marmaronetta angustirrostris es otra de las especies más amenazadas que tenemos el privilegio de encontrar en el Pantano de Elche, ya que la pérdida de calidad de las aguas de nuestros humedales debido a su desecación y contaminación, así como la caza y los sucesivos brotes de botulismo acontecidos la han llevado a catalogarse como “En Peligro Crítico”. Presenta un diseño críptico de tonos parduzcos, con un característico moteado blanquecino en el cuerpo, fino estriado en la cabeza, pico negruzco y presencia de un difuso antifaz oscuro en el rostro, lo que la diferencia de cualquier otra especie del Pantano.

El porrón pardo

Macho de porrón pardo Aythya nyroca en el Pantano de Elche. Foto: Pablo Perales.
Macho de porrón pardo Aythya nyroca en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Foto: Pablo Perales.

El porrón pardo Aythya nyroca es un pato buceador de color chocolate intenso en cuyo patrón contrasta el blanco impoluto de la popa, el vientre y del iris en el caso de los machos. La hembra, al igual que los juveniles, mantiene la misma coloración, pero con el iris parduzco. Considerada la anátida más escasa de la península ibérica, sus poblaciones se han visto gravemente reducidas debido a la pérdida de hábitats, la caza y la intoxicación por plumbismo, catalogándose como “En Peligro Crítico” en nuestro país. Una auténtica rareza que puede ser avistada en el Pantano de Elche durante el invierno.

Los cazadores alados: las rapaces del Pantano

Macho inmaduro de aguilucho lagunero Circus aeruginosus. Foto: Miguel López.

En el Pantano de Elche son habituales los avistamientos de aves rapaces que sobrevuelan el entorno en busca de alimento. Aguiluchos laguneros Circus aeruginosus, cernícalos vulgares Falco tinnunculus, busardos ratoneros Buteo buteo y águilas calzadas Hieraaetus pennatus dominan el día, mientras que al anochecer, los mochuelos Athene noctua, autillos europeos Otus scops y búhos chicos Asio otus dominan el territorio. Pero entre todas estas aves de presa, destacan por su tamaño y majestuosidad el águila perdicera Aquila fasciata, el águila real Aquila chrysaetos y el búho real Bubo bubo.

Juvenil de aguilucho lagunero Circus aeruginosus invernante. Foto: Miguel López.
Águila calzada Hieraaetus pennatus en vuelo. Foto: José Ramón Rodes.
Gavilán Accipiter nisus. Foto: José Ramón Rodes.
Mochuelo europeo Athene noctua en su nido. Foto: Javier Hernández.

El águila perdicera

Ejemplar adulto de Águila perdicera Aquila fasciata sobrevolando las sierras alicantinas. Foto: Toni Peral.
Águila perdicera Aquila fasciata adulta junto a su pollo. Foto: Toni Peral.

El águila perdicera o águila-azor perdicera Aquila fasciata es una rapaz de gran porte y agilidad, lo que le permite capturar con destreza aves de mediano tamaño. El color pardo del dorso se ve interrumpido por una característica mancha blanca en la espalda. Así mismo, el vientre y la cola poseen una tonalidad blanquecina con un estriado pardo irregular, que contrasta con el tono oscuro de la parte inferior de las alas. Ligada a roquedos escarpados sobre los que anida y otea su territorio, el águila perdicera está catalogada como Vulnerable a nivel nacional, siendo sus principales amenazas la alteración de sus hábitats, las electrocuciones y colisiones con tendidos eléctricos, y el furtivismo. En el Pantano de Elche es habitual observar a lo largo de todo el año.

El águila real

Hembra adulta de Águila real Aquila chrysaetos, la rapaz residente más poderosa del Pantano de Elche. Foto: Miguel López.

El águila real Aquila chrysaetos puede llegar a alcanzar los dos metros de envergadura, lo que la convierte en la especie de águila más grande de la península. Se instala generalmente en acantilados rocosos inaccesibles desde los que emprende sus vuelos de altanería en busca de presas de mediano y gran tamaño, incluidos mamíferos, aves e incluso reptiles. Su silueta se caracteriza por largas y anchas alas que se estrechan en la axila, una larga cola y un color pardo muy oscuro salpicado de manchas blanquecinas que desaparecen con la edad, adquiriendo con la madurez ciertas tonalidades doradas en la nuca, el cuello y las alas. Sin duda, una de las aves más imponentes que podemos encontrar durante todo el año.

El búho real

Búho real Bubo bubo inmaduro. Foto: Javier Hernández.
Nido de búho real Bubo bubo del sur de Alicante. Foto: Pablo Perales.

El búho real Bubo bubo es el rey de la noche, la rapaz nocturna más grande de Europa. De hábitos crepusculares y nocturnos, el búho real ocupa grandes oquedades rocosas en las que no construye nido. Este superpredador de plumaje críptico, ojos naranjas, evidentes penachos cefálicos a modo de largas orejas y fuertes garras, se alimenta de todo tipo de vertebrados de pequeño y mediano tamaño, siendo el conejo, y en menor medida la rata, sus presas preferentes en el Pantano. Aquí, durante las frías noches de invierno, cuando comienza su época reproductiva, puede claramente oírse su ulular.

Referencias y Bibliografía:

Este contenido está basado en elaboración propia y en referencias y bibliografía complementaria.

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