Hace unos meses, el investigador Andrés Miguel Valero y el estudiante de Historia José Luis Lara, realizaron un estudio de campo donde se determinó la existencia de un marcador solar de la Edad de Bronce en el Pantano de Elche.
Los investigadores han trabajado en la zona durante los últimos meses con la intención de comprobar el posicionamiento de la luz solar en diferentes días, y el 23 de septiembre, el día del equinoccio de otoño, comprobaron que «efectivamente el Sol amanece paralelo al betilo», que es la piedra con cazoletas que descubrió hace cuarenta años el Grupo Ilicitano de Estudios de Arqueología (GEIA).
Se han encontrado cazoletas en diez puntas de la sierra, que coinciden con el recorrido del Sol, desde que sale hasta que se pone por la ladera del río Vinalopó, y que coinciden, a su vez, con las diez cavidades de la piedra a la que en un principio el GEIA le otorgó un significado sagrado.
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