Estatus actual e histórico del águila real en el Pantano de Elche y el Paraje Natural Municipal Los Algezares de Aspe

Foto 1. Águila real adulta. Autor: Juan Lacruz
 

El águila real (Aquila chrysaetos) es la mayor y más majestuosa de nuestras águilas llegando a superar los dos metros de envergadura. Esta especie ha sido el emblema de multitud de casas señoriales durante toda la historia, incluso en la actualidad es el emblema de México, donde toma el mayor protagonismo de su bandera.

Presencia del águila real en la consecución del proyecto Biodiversidad y Medio Ambiente del Pantano de Elche

Los avistamientos de esta especie en el Pantano de Elche, aunque escasos, han sido continuos durante toda la duración del proyecto Biodiversidad y Medio Ambiente del Pantano de Elche. Nuestro primer avistamiento se produjo el 23 de noviembre de 2014: era un ejemplar de primer invierno que realizaba un vuelo de prospección sobre la Sierra del Muró y seguía su trayectoria hacia el norte, incesante, hacia las sierras del Cid y del Maigmó. En estas sierras es bien conocida la presencia de varias parejas de esta especie que nidifican en grandes e inaccesibles paredes rocosas.

A los pocos meses, el 17 de septiembre de 2015 durante un censo de aves migratorias, pudimos observar otro individuo juvenil volando sobre el Pantano de Elche que además fue hostigado y expulsado del territorio por una pareja de águila-azor perdicera residente.

Posteriormente sería el naturalista Óscar Aldeguer el que observara otro ejemplar en el Pantano de Elche el 21 de enero de este mismo año.

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Ejemplares juveniles de águila real fotografiados en el Pantano de Elche (Fotos: Óscar Aldeguer y Pablo Perales)

 

Pero, ¿por qué vemos águilas reales en el Pantano de Elche?

Actualmente el Pantano de Elche no tiene ninguna pareja nidificante de esta especie. En efecto, el águila real necesita grandes roquedos, de altura superior a  200 metros de altitud, de difícil acceso y escasa presencia humana. Estas características actualmente no las reúnen las sierras perimetrales del pantano. En cambio, la presencia de una gran cantidad de presas, especialmente conejos (Oryctolagus cuniculus), hace posible la presencia esporádica de ejemplares jóvenes en dispersión. Los movimientos dispersivos juveniles o dispersión natal son los realizados por los animales desde que se independizan de sus progenitores hasta que se asientan en un territorio o colonia para intentar reproducirse (Donázar, 1993). Este fenómeno tiene una gran importancia para las rapaces dado que influye en la dinámica poblacional y en el intercambio genético de las diferentes poblaciones (Greenwood, 1980).

Con estos movimientos los jóvenes se intercambian entre las distintas subpoblaciones, encuentran nuevas zonas de cría, se relacionan con otros ejemplares en dispersión y evitan o reducen la competencia con la población adulta en las áreas de cría (Greenwood, 1980; Johnson & Gaines, 1990).

En resumen, la presencia de águilas reales en el Pantano de Elche actualmente no es fruto de la existencia de un territorio de cría  sino de la presencia de ejemplares juveniles y subadultos que se encuentran en su etapa de dispersión.

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Ejemplar juvenil de águila real en vuelo (Foto: Pablo Perales)

 

¿Siempre ha sido dispersivo el estatus del águila real en el Pantano de Elche?

Realmente, en el Pantano de Elche el águila real no ha sido siempre una especie dispersiva o divagante, de observación esporádica o puntual. Las sierras periféricas del Pantano de Elche fueron hasta la década de los 80 un territorio ocupado por la especie.

En concreto, fue en las sierras perimetrales al Pantano de Elche (Elche) y el Paraje Natural Municipal de Los Algezares (Aspe), donde una pareja de la especie más grande de las águilas de la península ibérica tuvo su zona de nidificación en las paredes rocosas más inaccesibles y altas del pantano durante al menos 10 años. Sus plataformas, formadas por un entramado de ramas que tapizaban con hierbas, tenían un tamaño que llegaba a sobrepasar el metro de altura y el metro y medio de diámetro y todavía se pueden observar sus restos. Cuando la época reproductora se acercaba, la pareja de águilas reales, durante al menos cuatro semanas se afanaban en construir y adecentar los diferentes nidos que regentaban. En total, tenían cinco nidos que reutilizaban de forma periódica y en los que sacaron adelante al menos a 4 generaciones.

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Nido de águila real. Foto: Bering Land Bridge National Preserve

 

¿Por qué pudo dejar el águila real de criar en el Pantano de Elche?

Probablemente fue un cúmulo de causas las que hicieron que el águila real dejara su territorio en el Pantano de Elche. A continuación se describen los principales factores que han sido considerados como posibles causas del abandono del territorio de la especie:

  • Un hábitat en progresiva colonización antrópica.

Por lo general, el hábitat seleccionado por el águila real en la provincia de Alicante se encuentra formado por una gran superficie de roquedo, pinar y matorral, en el que sitúa sus nidos, preferentemente en zonas con cortados de al menos 360 metros. A priori, el hábitat que seleccionaron para nidificar en su origen reunía, aunque vagamente, parte de las consideraciones necesarias para el águila real. Se trataba de roquedos con matorral y pinar de repoblación, que alcanzaban los 403 metros en su parte más alta. El problema de este paraje es que la presencia humana era constante e incluso ha ido en incremento con el tiempo.

Tras analizar las imágenes obtenidas de los vuelos realizados a lo largo de la década de los años 80 hasta la actualidad, observamos como determinadas zonas inmediatas a los lugares de nidificación de la especie sufrieron un proceso de urbanización, un aumento progresivo de la presencia humana y las construcciones en la partida rural del Ferriol de Elche y alrededores. Por otro lado, las molestias causadas por la proliferación de motoristas en áreas de alta sensibilidad ecológica y el auge en estos últimos treinta años de los deportes de montaña como el senderismo, el ciclismo o la escalada, así como el turismo en zonas como El Cau o en el entorno del Pantano de Elche, han incrementado el impacto antrópico.

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  Circuitos realizados por el tránsito de vehículos y motoristas en zonas de gran valor ecológico del Pantano de Elche. Fotos: AHSA 
 
  • Un hábitat límite y fenómenos de competencia con el águila perdicera Aquila fasciata.

El fenómeno de exclusión competitiva del águila real (Aquila chrysaetos) al águila-azor perdicera (Aquila fasciata) es bien conocido en zonas de Andalucía o Murcia, donde se ha demostrado que la mejora de las acciones ambientales en la conservación de las rapaces ha hecho posible que el águila real haya recuperado muchos de los territorios en los que había desaparecido e incluso desplaza al águila-azor perdicera, especie cuyo hábitat y zonas de nidificación son prácticamente idénticas, con una sola salvedad: el águila azor-perdicera es mucho más permisiva con la presencia humana. Pero, ¿cómo se produjo este proceso de “desplazamiento” del águila real?

El área de campeo de la pareja de águilas reales del Pantano de Elche llegaba hasta roquedos donde el águila-azor perdicera tenía sus nidos en el oeste de Alicante. Estos territorios eran mucho más adecuados para el águila real que el ocupado en Elche, lo que hizo que se produjera progresivamente un fenómeno de exclusión competitiva en el que el águila real desplazaría a esta lejana pareja de águila-azor perdicera. Este fenómeno hizo que el territorio del Pantano de Elche quedara libre para la colonización del águila-azor perdicera, una especie mucho más tolerante ante la constante presión antrópica a la que se encuentra sometida actualmente.

  • Otros factores: carencia de presas, electrocuciones, nuevas pistas forestales e infraestructuras, etc.

Otros factores implicados en el abandono del territorio pudieron ser la carencia de presas, especialmente el conejo debido a una constante presión cinegética además de la aparición de enfermedades como la mixomatosis y la neumonía vírica.

También pudieron ser factores a tener en cuenta el incremento del número de infraestructuras eléctricas como tendidos y postes eléctricos en zonas de campeo, donde pudieran producirse electrocuciones, así como construcciones para servicios telefónicos, como la que actualmente se encuentra en la zona superior a la Sierra del Ferriol.

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Sierra del Ferriol (Elche) – Fotografía: Pablo Perales

 

Agradecimientos

Queremos agradecer la colaboración a Luis Rico, quien realizó durante años el seguimiento de estas grandes rapaces y ha aportado datos cruciales para este artículo. A la asociación AHSA Amigos de los Humedales del Sur de Alicante, especialmente a Óscar Aldeguer por informar de los avistamientos actuales de la especie, así como por facilitar datos históricos de aves del Pantano de Elche. Al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Santa Faz, especialmente a Alejandro Izquierdo, quien ha facilitado datos de actualidad sobre las distintas especies mencionadas. También a Juan Manuel Pérez, profesor del Área de Ecología de la UMH por su ayuda. Por último, agradecer la colaboración de Antonio Pérez Martínez e Iván Requena en los censos de aves migratorias en el Pantano de Elche y las salidas de campo por el Paraje Natural Municipal de Los Algezares.

Fotografías:

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