La biodiversidad hace referencia a la variabilidad de organismos vivos de todas las clases, incluida la diversidad dentro de las especies, entre las especies y de los ecosistemas de una zona. Todas las especies tienen una función dentro del equilibrio biológico para mantener el ecosistema y la cadena trófica. La alteración de especies juega un papel importante en su conservación ya que el cambio de especies puede llevarlas a la extinción o generar una especie invasora al ecosistema.
La biodiversidad cambia continuamente de forma natural, pero actualmente existen factores como el cambio climático, las especies invasoras, la caza ilegal, la contaminación, la destrucción del hábitat, la sobreexplotación del suelo… que aceleran este proceso. Además de su valor intrínseco, la biodiversidad es fundamental para la existencia del ser humano en la Tierra y usada de un modo sostenible es una fuente ilimitada de recursos y servicios muy variados. La biodiversidad está estrechamente ligada a la salud y el bienestar de las personas y constituye una de las bases del desarrollo social y económico.
Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se estableció el Objetivo 15 para promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y frenar la pérdida de diversidad biológica. La conservación de la biodiversidad y de los ecosistemas es importante en la lucha contra el cambio climático, uno de los principales retos ambientales que afronta la humanidad.